Algunas personas eligen mantener su romance en secreto porque quieren que continúe, sienten demasiada culpa o creen que están protegiendo los sentimientos de su pareja.
Pero el secreto sólo hace que la traición se prolongue. Si alguien está convencido de arreglar su relación existente, entonces es necesario que diga la verdad y busque orientación profesional para apoyar a su pareja en el periodo difícil hacia la recuperación.
La mayoría de los terapeutas de relaciones sugieren que los problemas relacionados con la infidelidad se pueden mejorar a través de la terapia. Pero también informan que la infidelidad es uno de los problemas más difíciles de tratar cuando se quiere reconstruir una relación.
Existen varios enfoques basados en la evidencia para tratar la infidelidad, pero la mayoría reconoce que la persona traicionada puede experimentar el acto como un trauma que viola la hipótesis fundamental de su pareja, como la confianza y la creencia de que la pareja está ahí para brindar amor y seguridad en lugar de infligir daño.
Sin embargo, no solo la persona traicionada puede experimentar problemas de salud mental. Las investigaciones han descubierto que, cuando se revela la infidelidad, ambas personas pueden experimentar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y pensamientos de suicidio. También puede haber un aumento en la violencia emocional y física dentro de la pareja.
Es por eso que una pareja debe buscar ayuda profesional para lidiar con las secuelas de una infidelidad, no sólo para tratar de sanar su relación sino también para su propio bienestar psicológico.
Sin embargo, si la terapia funciona para dos tercios de las parejas, hay otro tercio que no experimentan mejoría. En esos casos, si la relación se caracteriza por tener conflictos sin resolver, hostilidad y falta de interés mutuo, lo mejor podría ser terminarla. En definitiva, las relaciones cumplen la función de satisfacer nuestras necesidades de amor, comodidad y seguridad.
Estar en una relación que no satisface estas necesidades es considerado problemático y disfuncional desde cualquier punto de vista.
Sin embargo, terminar una relación nunca es fácil debido al vínculo que desarrollamos con nuestra pareja romántica. Aunque en algunas relaciones, nuestras necesidades de apego tienen menos posibilidades de cumplirse, eso no nos impide creer que nuestra pareja (algún día) satisfará nuestras necesidades.
El final inminente de una relación nos llena de lo que se denomina “angustia por separación”. No solo lamentamos la pérdida de la relación (no importa cuán buena o mala sea), sino que nos preocupa encontrar a otra persona que satisfaga nuestras necesidades.
El período de angustia de separación varía de persona a persona. Algunos pueden creer que vale la pena celebrar el final de una relación tóxica, pero aún así experimentarán angustia de cualquier forma. Si la pareja decide terminar la relación y todavía están en terapia, el terapeuta puede ayudarlos a superar su decisión de una manera que minimice los sentimientos de dolor.
Según el reportaje publicado en Infobae, la infidelidad tiene que ver menos con el sexo y más con los asuntos del corazón, y con una búsqueda equivocada de satisfacer las necesidades de la relación. El problema es que algunas personas optan por buscar las necesidades de su relación en los brazos de otro, en lugar de trabajar en su relación existente.
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